Hay que exfoliar la piel después del verano?
Nos encanta broncearnos, y un bronceado bonito es sinónimo de una piel sana.
Sin embargo, cuando nuestra piel envejece, una de las causas es el "fotoenvejecimiento cutáneo", debido a los radicales libres del sol.
Después del verano o de la exposición solar (ojo, no inmediatamente después), sinó al cabo de unos días, notaremos que nuestra piel necesita un mayor grado de hidratación.
Piensas que como puedes ser, que tu piel se seque e incluso te pique, si siempre has tenido la piel mixta o incluso grasa?
Es normal. Todas las horas acumuladas de sol han ido secando tu piel y los radicales libres han hecho su trabajo provocando fotoenvejecimiento cutáneo.
La piel pierde colágeno, elasticidad y lo peor es que pueden aparecer manchas.
Para prevenir todos estos síntomas, no hace falta decir, que es necesaria una buena hidratación de la piel cada mañana y cada noche.
Sin embargo, la exposición solar ha causado un envejecimiento prematuro de las células de nuestra piel, por lo que es muy importante una exfoliación para retirar las células muertas y ayudando a la aparición de nuevas células y por lo tanto a la regeneración celular de nuestra piel.
¿Cuándo debo exfoliarme?
De todas formas, la exfoliación no debe ocurrir justo en el momento posterior de tomar el sol, ya que si te exfolias justo al regresar de la piscina o la playa, tu piel está todavía agredida y la podrías irritar aún más.
Puedes dejar pasar 4 o 5 días desde la última exposición solar larga. Será el momento ideal para retirar las células muertas de tu piel y volver a lucir otra vez una piel con un aspecto más joven.
Lo ideal es exfoliarse una vez a la semana o incluso dos si tienes la piel mixta o grasa, pero no se aconsejar exfoliarse cada día.
¿Cómo debo exfoliarme?
Hay dos tipos de exfoliantes, los físicos y los químicos. Nuestro X-Foliate es un peeling físico, ya que los químicos pueden ser altamente agresivos para nuestra piel.
La exfoliación con nuestro X-Foliate debe realizarse aplicando el gel con el granulado del albaricoque sobre la yema de nuestros dedos y esparcir este gel por el rostro realizando un ligero masaje.
Recalcamos que el masaje debe ser muy suave durante unos segundos y luego retirar con agua.
Es importante evitar la zona del contorno de ojos, ya que la piel en esta zona es 10 veces más fina que la del rostro.